Con
las nuevas tecnologías introduciéndose cada vez más en el mundo de la
información, lo que es lo mismo, en el mundo del periodismo, comienza un nuevo
reto para los profesionales de este tema: conseguir lectores y que su trabajo
no se pierda en la Red.
Internet nos abre las puertas a infinitas facilidades, pero para los que luchan para ser
leídos entre todos los usuarios, esto se ha convertido en un handicap
más. La información es tanta que con una
simple búsqueda en Google obtenemos millones de resultados en unos pocos
segundos. ¿Qué tiene esto de malo? Desde el punto de vista del informador esto
puede llegar a ser su perdición, su información debe competir con otras
millones diferentes. Su publicación se pierde entre esos numerosos resultados.
Es
entonces cuando se da a conocer el SEO (Search Engine Optimization). Entra en juego el ingenio y la destreza para manipular
al servidor Google para salir los primeros en las listas de búsqueda. Los
usuarios visitan normalmente las primeras tres direcciones que se nos ofrece en
la larga lista de resultados, y en caso
de estar verdaderamente interesados en encontrar información los usuarios
suelen llegar a la segunda página y como mucho a la tercera, donde cada vez la
búsqueda es menos concreta. Sabiendo esto, la lucha por salir en la primera
página es inevitable.
El SEO es la nueva especialidad que se ocupa de que el usuario
encuentre lo que queramos lo primero y de una manera sencilla. Las palabras clave y conocer qué es lo que llama la atención de nuestros lectores es
fundamental. Estrategias simples a partir de conocer lo que anima al usuario a
visitar y leer el contenido, tales como poner las palabras clave al principio
de la frase, la cual debe ser breve y directa, y se pueden añadir bases que
siempre funcionan como “10 razones para…”, “15 puntos imprescindibles…”, “5
trucos para…”, etc.
Una vez se ha conseguido que el usuario entre en la página web,
el objetivo cambia a que el texto sea leído. Hoy en día la imagen es lo que más
peso tiene en una información. Con los contenidos multimedia la información se
complementa con videos, imágenes, audios… La imagen es lo importante, se tiende
a creer que la vista no engaña. Esto hace que el texto sea más corto a la vez
que la información es más completa. Mucha información pero bien organizada
siempre, el usuario debe saber manejarse en nuestro diseño, saber moverse por
los enlaces y demás contenidos que hayamos querido añadir.
¿Pero realmente el trabajo del informador acaba una vez el
usuario ha leído su publicación? Con Internet la respuesta es no. El
usuario tiene la opción de responder a lo que ha leído, ya sea por dudas,
halagos o críticas, y ese comentario sería conveniente que fuese respondido por
el autor de la publicación (lo cual le ayudaría a crearse una reputación en la
Red). Por lo tanto, el periodista no puede escribirlo, publicarlo y dar por
finalizado su trabajo, sino que tiene que permanecer atento a las posibles
respuestas y reacciones de los lectores.
ALGUNOS TRUCOS PARA UN BUEN POSICIONAMIENTO WEB
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